Padres de una ikastola vizcaína denuncian la mala calidad del menú tras hallar un gusano
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Educación ha pedido «un informe» sobre lo sucedido a la empresa de catering, que suministra al centro de Muskiz y a otros 70 colegios de Bizkaia.
El hallazgo de un gusano en un plato de vainas en el jantoki de la ikastola de Muskiz a finales del pasado mes de septiembre ha sido la gota que ha colmado el vaso. El pasado martes, padres y madres del centro denunciaron la «nefasta calidad» de la comida del comedor escolar a través de las redes sociales y colocaron en el exterior del colegio carteles con fotos de algunos platos, entre ellos uno en el que aparece el mencionado invertebrado.
La publicación se convirtió en viral en Facebook y fue compartida por más de 360 usuarios. La protesta generó tal revuelo en el centro que la dirección se vio obligada a emitir ayer un comunicado, colgado en su página web, para aclarar que el comedor «cumple, estrictamente, todos los criterios establecidos por las autoridades sanitarias y por el Departamento de Educación».
Las imágenes, que fueron retiradas ayer mismo de las vallas del recinto, reflejan un guiso de verdel, otro de pollo con patatas chips, una solitaria salchicha con ketchup y unas empanadillas «huecas», con comentarios alusivos a lo poco apetitosos y saludables que resultan estos preparados para los niños. No obstante, en los pliegos técnicos que maneja Educación –y que han sido elaborados por nutricionistas– se permite incluir en el menú salchichas y chips una vez al mes. Fuentes del centro sostienen que estas fotos «no reflejan el día a día del comedor» y que la aparición de un gusano «fue algo puntual que no había pasado nunca en veinte años».
EN SU CONTEXTO
300 alumnos estudian en Muskizko ikastola hasta el sexto curso de Primaria. No todos se quedan a comer en el jantoki.
A concurso público. Desde el año 2000, la gestión de los comedores escolares se saca a concurso, donde compiten una decena de empresas que después se reparten por lotes los centros.
El Departamento de Educación, que ha recibido la notificación oficial de la queja, ha pedido «un informe» a la empresa de catering, «que está analizando lo sucedido». Un portavoz de Eurest aseguró a este periódico que «está poniendo los medios para entender la situación» y que se mantiene «en contacto directo con la ikastola y con el Gobierno vasco» tras conocer la denuncia de los padres.
«Los críos ya ni comen»
Algunos padres se muestran indignados «porque eso es lo que tienen en el plato nuestros hijos todos los días y los críos ya ni comen». «Mi hija adelgazó el curso pasado dos kilos y eso que en casa es buena comedora», asegura una madre. Lamentan además que «la ikastola no pueda cambiar la gestión impuesta por el Gobierno vasco». Desde el año 2000, el control de los comedores escolares se saca a concurso público y compiten una decena de empresas, que se reparten los lotes de centros en que se divide el territorio. La concesión debe renovarse cada dos años, plazo que vencería, según los padres, el próximo mes de diciembre. En concreto, el catering de Muskizko ikastola recae en la empresa Eurest, que lleva la comida a otros 70 centros, públicos y también concertados, muchos de ellos en la zona de Encartaciones. La comida llega a las nueve y media de la mañana en termos y los chavales no entran en el jantoki hasta la una de la tarde. Los empleados del comedor comprueban a diario la temperatura de los alimentos y «dos o tres veces al año» se realizan inspecciones.
La Asociación de Madres y Padres (AMPA) de la ikastola, que había creado un grupo de trabajo precisamente para abordar este tema, cree que el catering “no ha resultado óptimo ni satisfactorio” y propugnan un cambio de modelo o incluso la autogestión del comedor para poder recurrir a proveedores locales. Creen que estas empresas deberían haber quedado «inhabilitadas» después de ser condenadas por pactar los precios de los menús escolares, lo que además conllevó «una disminución del 10% del dinero por el que fue adjudicado el servicio» posteriormente. La entrada de nuevas empresas que abarataron los precios supuso «una merma en la calidad de los alimentos».
Lo que comen sus hijos preocupa cada vez más a los padres y madres. De hecho, la plataforma «Gure platera, gure aukera», que engloba a un centenar de comunidades escolares, reclama que se flexibilice el actual modelo de gestión de los comedores, que ha ido sustituyendo al de la cocina «in situ», y que sean, por ejemplo, los propios centros los que elijan a la empresa de catering, como ocurre en Cantabria o Cataluña.
Noticia extraída de http://www.diariovasco.com